
Por casi más de trescientos años se ha venido desarrollando este culto que reúne distintos elementos que son expresiones de una fe y religiosidad popular. En torno a estos elementos se ha ido creando una festividad basada en la procesión, acto religioso que es actualmente casi un peregrinaje y una de las manifestaciones religiosas de multitudes más importantes en América Latina y el mundo.
Alrededor de esta ceremonia religiosa, la fiesta popular se expresa en la música de raíces negras y mestizo-criollas, así como en el consumo de platos típicos como el turrón de Doña Pepa. En octubre del año 2005, el Señor de los Milagros de las Nazarenas fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, por expresar la integración de diversas tradiciones culturales en torno a la veneración de la imagen del “Cristo Morado” y en torno a una fiesta popular que se ha convertido en parte de la tradicionalidad en el país.